Aún triste por su fracaso reciente, atraviesa avenida insurgentes, llega al
parque hundido, baja los escalones se adentra en el parque, mira a su
alrededor, niños felices jugando en los juegos del parque, sus padres mirando
lo que sus hijos hacen, risas y sonrisas alrededor de la chica, sintiendo que
todo aquello se contraponía a lo que sentía, todo era tan diferente al dolor
que percibía en sí misma, esa felicidad no lograba contagiársele, solo siguió
caminando, para ver si más adelante podía encontrar alivio a su dolor.
En su camino encuentra parejas, besos apasionados, romance enaltecido, la
banca siendo testigo del amor de aquellos amantes, mientras la sombra del árbol
los abraza, para hacer cómoda la estancia de aquellos enamorados, al verlos
ella recuerda que no tiene a nadie, que el único amor que ha sentido es de un
amor prácticamente imposible, esa persona no puede estar a su lado, al parecer
la distancia, es un impedimento demasiado grande para el amor, sigue su camino,
pero ahora su dolor se ha incrementado, lagrimas quieren salir de aquellos ojos
obscuros que admiran el esplendor de la Ciudad de México aunque la persona que los
posee se siente desconsolada, esos ojos se topan con un gran reloj, tiempo,
tiempo es lo que no tiene, la vida ha transcurrido, casi un año ya que no ha
conseguido lo que se propuso, el tiempo
no se detiene, todo con lo que se había encontrado su mirada la ha hecho aún
más desdichada, emprende el camino hacia
su casa, piensa que ahí estará mejor, se sigue sintiendo fracasada, pero ahora
llena de aflicción, acongojo y pena.
En su transporte cierra los ojos, ya
no quiere ver más nada, solo quiere llegar a casa para no seguir sintiendo
pena, de vez en cuando abre sus ojos para ver en que parada va, hasta llegar a
la estación deseada, y camina hacia su hogar, sublimar, sublimar es todo lo que
quiere ella para ahogar su dolor, por fin llega a su destino, un gran alivio
llega a su alma, va a su cuarto y llora hasta no sentir más, pronto se da
cuenta que la vida sigue, que puede seguir intentando y que llorar no la
llevara a nada, se mira en el espejo y comienza a consolarse, ya que nadie más
que ella puede darle consuelo, ahora está bien, sabe que un fracaso no es
nada, puede seguir intentando cuantas veces quiera, además será lo que el
destino quiera, seca sus lágrimas, lava su cara, sublimar, ahora si hace lo que
tanto quería y sublima, es así como ella le da fin a esta historia.